Las verdaderas cuentas de la reforma del Camp Nou
Laporta ha comparecido para dar explicaciones sobre la financiación que permitirá cumplir con el proyecto del Espai Barça, aunque en estos momentos resulta difícil creer que se pueda acometer en su globalidad. El Barça ha comunicado que los 1.450 millones de euros solicitados vendrán procedentes de una veintena de inversores, siendo Goldman Sachs el que asume la parte más grande. Es común en préstamos al promotor tan cuantiosos que el riesgo se divida entre varios inversores, pero la presencia de veinte da a entender el enorme riesgo que implica en estos momentos prestarle dinero al Barcelona.
A mayor riesgo, mayor búsqueda de beneficio. Es por ello que el tipo medio que pagará el club presidido por Laporta será de un 5,5%, mucho más caro que el 2,25% con el que está financiando el Real Madrid la reforma de su estadio. Parece un buen plan reformar tu recinto deportivo en búsqueda de ingresos extra. El Barça estima que el estadio le dejará 247 millones cada temporada, pero el problema es financiarte en un momento de gran penuria económica particular y general y hacer coincidir el momento con la venta de activos y una inversión desmesurada en fichajes.
El caso Barça-Negreira no ayuda a generar tranquilidad a unos inversores que deben contemplar desde sus departamentos de riesgos como el futuro económico del Barça pende de un hilo. Una hipotética sanción de UEFA o FIFA podría dar al traste con las proyecciones económicas.
Cabe recordar que los socios del Barcelona autorizaron a Laporta a solicitar 1.500 millones para acometer el proyecto Espai Barça. Dicho proyecto incluía la reforma del Palau Blaugrana presupuestada en 420 millones. De acuerdo con el desglose de la inversión, no parece haber dinero para todo. Los prestamistas han reservado unos 1.150 millones para el estadio, 120 para el pago de intereses y 180 para contingencias e imprevistos. Sin embargo, el Barça cree que podrá acometer con el dinero de los intereses y los imprevistos la reforma del Palau.
No cuadran los números ni es común que los inversores permitan al prestatario hacer el uso del dinero que estime oportuno o decida improvisar. Este tipo de entidades no especulan con los imprevistos y prestan el dinero con cada proyecto debidamente tasado. Además, pensar que la reforma del Camp Nou será la única de la historia sin imprevistos o sobrecostes no deja de ser bastante iluso.
Por último, y dado todo lo explicado, también cabe poner en valor el mérito que tiene Laporta de haber podido firmar esta financiación. Se trata de un préstamo caro que elevará el coste a los 2.800 millones, pero en la delicada situación del Barcelona era muy difícil conseguir algo mejor. Seguro que ha habido mucho trabajo para lograrlo.